Carlos
Alfredo Villalobos Meléndez**
Las
siguientes notas sobre el discurso de la teoría de la organización en México en
la última década del siglo XX provienen de una lectura de un texto clave
publicado en 1992 por Eduardo Ibarra Colado y Luis Montaño Hirose, titulado Teoría de la organización y administración
pública. Insuficiencias, simplezas y desafíos de una maltrecha relación. En
este artículo Ibarra y Montaño (1992)
identifican el “enfoque convencional”con las ideas de la teoría de la
organización provenientes del mainstreamde la academia
americana. El llamado enfoque convencional parte del supuesto de que el
individuo es un ser racional, bajo este supuesto el individuo al tomar
decisiones maximiza sus utilidades dentro de la organización. Sin embargo, un
aporte muy acertado de las tradiciones europeas, principalmente la inglesa y
francesa, que nos recuerdan los autores aquí comentados, es que el individuo
está insertado en una red compleja de lazos sociales. En ese sentido, el
enfoque convencional pone el énfasis en la eficiencia en la toma de decisiones,
como sucede en los mercados privados, dejando fuera el contexto social y
político en que operan los individuos y las organizaciones. Vista a la
distancia el enfoque convencional, como bien lo observaron en su momento Ibarra
y Montaño, se articulara de manera natural a las políticas neoliberales
impulsadas en México con mayor intensidad a principios de la década de los
90’s.
* Las siguientes notas son a partir del
artículo de Eduardo Ibarra Colado y Luis Montaño Hirose titulado “Teoría de la
organización y administración pública. Insuficiencias, simplezas y desafíos de
una maltrecha relación”, publicado en la revista Gestión y Política Pública, vol. I, núm. 1, julio-diciembre, 1992,
pp. 49-75.