Ucrania, no es
ni será Venezuela, así como Yanukovich no es Maduro. Sin embargo la
comparación, a riesgo de parecer simplista, es posible cuando el contexto (lleno
de violencia y protesta social) se le
suma la inoperancia y la falta de tacto por parte de los gobernantes ante sus gobernados.
Y como si fuese un plus muy desagradable, se le agrega las crisis económicas
que aquejan a estas naciones con tan distintos proyectos económicos.
He alcanzado a
notar que la alta polarización en las opiniones, tanto internas como externas,
solo enrarecen el ambiente, tensando la situación y forzando posturas más rígidas,
por parte de todos los involucrados.
El problema, es
que no solo se está cayendo en una debacle política, sino que además se prevee
que, se haya sorteado la contingencia, un plano económico muy desolador. Pienso
que Maduro tiene que ceder, no solo por el bien de su país, sino por el bien de
la región económica que cobija a esa nación (ALBA y MERCOSUR)